La Guerra de Independencia de México fue el resultado de un proceso político, cultural, económico y social resuelto a sangre y fuego, con saldo estimado de medio millón de víctimas mortales; puso fin al dominio español en la mayor parte de los territorios de Nueva España.

El registro oficial consigna que la Guerra de Independencia de México inició con el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, y concluyó con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.

Y aunque es de todos conocidos la pila de nombres de personajes históricos, existen algunos que apenas son consignados en los libros, como es el caso de ilustres oaxaqueños que tuvieron una participación relevante.

Nació en Huajuapan el 4 de junio de 1794 y con apenas 15 años (1811) obtuvo el cargo de alférez (inferior a teniente) de la compañía; tres años más tarde logró un merecido ascenso a teniente y poco después obtuvo el grado de capitán. Comenzó peleando del lado de las tropas conservadoras, pero cerca de la consumación de la Independencia, en marzo de 1821, se unió a la causa insurgente.

Agustín de Iturbide lo nombró comandante de las Mixtecas, actualmente la región Mixteca, donde desarrolló gran parte de su vida en la milicia, teniendo como labor principal mantener la frágil paz que se había logrado.

Tan importante y decisiva su aportación a la causa que en el año de 1843 su apellido fue incorporado al nombre de la ciudad, por lo que ahora la conocemos como Huajuapan de León; sí, se debe él. ¿Lo sabías? Murió en la Ciudad de México durante la Batalla del Molino del Rey, el 8 de septiembre de 1847, en los límites del Bosque de Chapultepec.

Otro personaje relevante para el estado de Oaxaca es Carlos María Bustamante, nacido el 4 de noviembre de 1774 en la capital oaxaqueña. Fue un estudioso de la filosofía y la teología, temáticas que estudió en el seminario.

Se formó además en letras y las artes, así como en la jurisprudencia y el dominio de idiomas, pero ya en la en la Ciudad de México, donde se unió a la causa independentista en 1812, incursionando por su fuera poco en la político.

También fue escritor y editor, pues de su autoría son Mañanas de la Alameda de México, Historia del Emperador Don Agustín de Iturbide, Apuntes para la Historia del Gobierno del Gral. Santa-Anna y Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana, que redactó en seis tomos. Murió de tristeza el 21 de septiembre de 1848 en la Ciudad de México, después de luchar incansablemente por la causa independentista.

Nacido en 1769 estudió en el seminario de Santa Cruz, donde obtuvo el título de bachiller y en 1812 se convirtió en el primer intendente de la ciudad de Oaxaca en el México de la etapa Insurgente; es decir, Gobernador. En su honor se nombre la calle que atraviesa el actual corredor turístico Macedonio Alcalá.

También fue escritor; de su autoría es la obra literaria Apuntamientos estadísticos de la provincia de Oaxaca de esta Nueva España, texto esencial de José María Murguía y Galardi para entender la evolución de la capital oaxaqueña.

Nació el 3 de enero de 1773 en lo que hoy conocemos como Ejutla de Crespo, sí, precisamente en honor a su legado. Estudió en los seminarios de Santa Cruz y San Bartolomé; se ordenó sacerdote en el año de 1803.

Cuando las tropas de Morelos entraron en la Villa de Antequera, el padre Crespo acudió con él para mostrarle su simpatía a la causa insurgente, lo que le valió la excomunión de la Iglesia y fusilado el 14 de octubre de 1814 a causa de sus ideales.